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Historias de la m=
ina: La Camocha y los que
escuchaban el mar
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Hoy viene a esta secciona=
La Camocha de Gij&oac=
ute;n:
Mítico, por la descomunal tarea llevada a cabo en ella en los
últimos 80 años por sus cientos y cientos de trabajadores.
Emblemático, por su movimiento reivindicativo durante el franquismo =
(es
considerada la cuna de Comisiones Obreras). Y legendaria, en el idear=
io
de los asturianos, por aquellos versos de José León Delestal, tantas veces cantados con honda emoci&oacut=
e;n. Las notas vienen a cue=
nto de
una foto enviada por Ana Fonseca, nieta e hija de mineros de La Camocha: su padre =
Alfonso
Fonseca, hijo de Aurelio, falleció hace un año de silicosis: =
“ fue minero de La Camocha y estas eran y son desgraciadamente=
para
muchos que conocieron la mina de los 40, los 50 y los 60 las secuelas de
entonces, de aquella maldita vida, de hambre, postguerra e interminables
jornadas de trabajo que se comieron los pulmones y la salud de nuestros ser=
es
queridos”.
Hace dos años que =
La Camocha, como much=
as otras
explotaciones mineras, echó el cierre como consecuencia del ajuste.
Atrás queda un siglo de rica historia empresarial, laboral y social,
siempre ligada a Gijón y con su propia idiosincrasia. De hecho, La Camocha mantuvo si=
empre su
carácter privado y a diferencia de Minas de Figaredo, nunca se
llegó a integrar como mina en la compañía estatal Hunosa.
Para hablar del origen de=
La Camocha debemos
remontarnos a 1893 y a la familia Felgueroso, q=
ue a
través de los éxitos empresariales obtenidos por uno de sus
hijos, Víctor, pudo hacer el capital con el que constituir la Sociedad Regular
Colectiva Hermanos Felgueroso. El dinero lo obt=
uvo
gracias a la compra, gestión y arrendamiento de explotaciones, como =
las
de Saús, Clara Matilde, Benita (embri&oa=
cute;n
del Grupo Minero Ciaño), Entralgo y, sob=
re
todo, La Nueva,
adquiridas por un millón de pesetas de la época a Inocencio <=
span
class=3DSpellE>Sela.
Sabedores de que el insig=
ne
geólogo alemán, Guillermo Shultz,
había confirmado en sus estudios la presencia de carbón al su=
r de
la villa de Gijón, los Felgueroso se lan=
zan a
su explotación sin obtener, en un principio éxito. De hecho, y
pese a haber localizado carbón de calidad a 160 metros de
profundidad, en la primera excavación en San Martín de Huerces
toparon con una gran manantial de agua que casi les hizo desistir. La mala
experiencia se repitió más veces, primero por un manto
freático situado cerca de Vega; y después por una noticia que
daría la vuelta a toda España y que en Asturias acabó
bautizándose como: “el mecheru Caldones”.
En C=
aldones,
en una de las exploraciones de carbón llevadas a cabo en enero de 19=
15,
una máquina de sondeos provoca una tremenda explosión seguida=
de
un interminable incendio. La especulación empieza a trabajar y algun=
os periódicos
de la época titulan “¿Aparece un yacimiento
petrolífero en Gijón? Pero la realidad es que se trataba de un
violento escape de gas natural, de los que tradicionalmente ocurren en los
yacimientos fósiles. A ver aquel enorme “mechero natural”
acudieron cientos de personas: unos, ingenieros y políticos, por
estudiar aquella curiosidad geológica; y otros vecinos, y hasta
religiosos, por comprobar que no era el principio de una catástrofe =
para
Gijón, o la mismísima puerta de entrada al infierno. Al final,
“el mecheru” se apagó a los =
4 día,s utilizando pa=
ra ello
ácido carbónico procedente de la fábrica de cerveza La Estrella de Gij&o=
acute;n.
La fundan Los Felgueroso, en los años 30, en el despertar
industrial de Gijón
Tras el fin de la Primera Guerra
Mundial, en la que España se vio favorecida por su neutralidad, la
necesidad europea de carbón ánimo de nuevo a la familia Felgueroso en su aventura. Su grupo hullero ya era en=
tonces
el quinto productor de mineral español. Pero en 1920, intuyendo tiem=
pos
de crisis, vendieron gran parte de sus minas para centrarse en su proyecto =
de
Gijón, donde en 1930 fundarían Mina La Camocha.
La primera producci&oacut=
e;n
del pozo se extrajo en 1935, una actividad que sin contar las huelgas y
protestas, no se detendría hasta el 31 de diciembre de 2008, en la q=
ue La Camocha, ya =
desde
hacía muchos años con empresarios distintos a sus fundadores,
intervenida judicialmente y con deudas en la Seguridad Social,
cerró con 160 trabajadores: unos, se prejubilaron y otros fueron
reubicados en Hunosa.
Desde los años 60,=
las
voces más afamadas de Asturias (El Presi,
Vicente Díaz, Jerónimo Granda…) han hecho un clá=
sico
de “La mina de La
Camocha”, canción del escritor langreano,
José León Delestal (1921-1989). U=
n tema
cuyo éxito radica en hablar de la particularidad de una mina que mira
hacia el Cantábrico, a la tierra de los pescadores. Un himno que hab=
la
de la solidaridad entre los trabajadores asturianos “de la mina y el
mar”: “Dicen que va bajo el mar / la mina de la Camocha / y que a =
veces
los mineros / sienten les oles bramar (….=
) Por eso en la proa, se oye`sti cantar:/ Probe de aquel mineru/ qu=
e trabaya en sin miéu/ a la
quiebra y el gas.
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COPIADO DE: http://www.mmma.es/noticias-3/todas/36/his=
torias-de-la-mina-la-camocha-y-los-que-escuchaban-el-mar=